SAN PABLO.- Los ingenios de Brasil, el mercado del azúcar y los analistas no se inmutaban ante la amenaza del gobierno de incrementar la producción de etanol como sea y dijeron que medidas, como un impuesto a las ventas del endulzante o limitar el crédito serían poco efectivas.
Los ministros brasileños comenzaron a reflotar la semana pasada propuestas anteriores de un cambio en la política industrial que apunta a estimular el suministro local de etanol para reducir los precios del combustible. Dichas medidas, si tienen éxito, probablemente redestinarán la caña desde la producción de azúcar a la elaboración de etanol en un país que controla la mitad del comercio global del endulzante. Pero los ingenios azucareros locales dudan de la efectividad de dichas medidas y cuestionan la voluntad política de ir al extremo en un país exportador de azúcar. Los analistas afirman que un impuesto simplemente provocaría un alza en los precios internacionales dada la importancia de Brasil en el mercado, especialmente en momentos de ajustadas reservas globales. "Si imponen un impuesto sobre las exportaciones, entonces los precios del azúcar subirán", dijo Leonardo Bichara, analista de la Organización Internacional del Azúcar, quien agregó que dicha medida significaría incluso menos incentivos para que los productores eleven la producción de etanol. En años recientes, el gobierno ha lidiado con preocupaciones sobre el abastecimiento mediante la reducción de la mezcla obligatoria de etanol en la gasolina al mínimo legal del 20%. Usualmente, las presiones del gobierno y la entrada de más etanol al mercado han sido suficientes para aliviar los precios de los combustibles y evitar medidas más drásticas. Este año, sin embargo, podría haber cambios más profundos luego de que el precio del etanol hidratado -del tipo usado en los automóviles "flex"- alcanzó su máximo nivel en cinco años, lo que provocó que los conductores optaran por la gasolina.
"Todas estas medidas que se están considerando asustan a los inversores, aunque no veo cómo podrían ser implementadas algunas de ellas", dijo Eduardo Pereira de Carvalho, director de Expressao, que asesora a empresas sobre adquisiciones en azúcar y etanol.
El ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao, adelantó que la petrolera estatal brasileña Petrobras expandirá su presencia en el sector y podría convertirse en un "regulador del mercado". Uno de los más probables es el cambio en el estado del etanol a un "combustible estratégico" en vez de una materia prima agrícola, lo que significa que la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) supervisará el sector, desde la producción a la distribución.